Presentar es un arte. Más si cabe cuando el presentador no está ahí para acompañar con su persona y su voz las transparencias que desfilan sobre la pantalla. Existen presentaciones sin presentador, las cuales podríamos denominar autopresentaciones. Cuando una presentación se presenta a sí misma, debe cumplir una serie de requisitos:
- Utilizar fotografías grandes, impactantes, de calidad profesional, con una composición estética, por ejemplo aplicando la Regla de los Tercios.
- Integrar grácilmente el texto con las imágenes. El texto debe ser breve, relevante y de tamaño grande.
- Acompañar el conjunto con una música adecuada al mensaje y al humor de la presentación.
La siguiente presentación, titulada La Tierra en Miniatura, constituye un ejemplo excepcional de cómo crear una autopresentación capaz de transmitir no sólo datos sino también emoción.
La Tierra en Miniatura es una presentación que informa e inspira. Difícilmente podría un orador añadir algo más a la presentación en sí misma. Y recuerda que en las presentaciones lo que no suma, resta.
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Dónde encontrar fotos de calidad profesional para tus presentaciones
tu dejas ver, yo no dejo ver- cual es la explicacion? durabilidad? quiero hacer una encuesta sobre que es la persona mas rica del mundo. a: la persona numero uno, b: la explicacion mas aburrida del mundo. la sentencia es logica no soy periodista.
Me sumo a las peticiones. Si conoces más buenas presentaciones, ¿puedes publicarlas? Así aprendemos con buenos ejemplos.
Si tienes más presentaciones como esta, compartelas con el resto, a mi me ha gustado mucho y de todo se aprende, hacerlo luego igual eso ya es otro cantar.
Esta es una de mis presentaciones favoritas de las que circulan por Internet. Como bien dice Gonzalo,
‘La tierra en miniatura’ es una excelente ‘autopresentación’ por la exquisita composición y diseño, por la música… Y por los datos y estadísticas que muestra. En una presentación en general, pero sobre todo en una ‘autopresentación, la forma y el contenido deben estar indisolublemente unidos: las cifras, los datos y las estadísticas, los mensajes pueden ser más o más llamativos, pero la diferencia está en cómo se presentan si queremos generar esa emoción de la que habla Gonzalo. la emoción no es los datos. La emoción no es las fotos, ni la regla de los tercios, ni la composición. La emoción resulta de la combinación de forma y contenido, del diseño y los datos…
Por cierto, ¿cuáles son vuestras presentaciones favoritas? ¿Por qué?