Esta mañana, con motivo del Día Europeo de la Seguridad Vial, he escuchado revelar en la radio cifras esperanzadoras que hablan del paulatino descenso del número de víctimas mortales en nuestras carreteras. Me ha llamado la atención la potente imagen que ha utilizado la locutora para anunciar sus cifras aterradoras:

«Desde 1992 han fallecido en las carreteras españolas más personas de las que cabrían en el Santiago Bernabeu».

En lugar de proporcionar una cifra fría y abstracta, la periodista ha optado por utilizar una imagen que todos podemos concebir en nuestras mentes, especialmente si se ha asistido a un día de partido con el estadio lleno.

Gracias a esta forma tan visual de presentar la información incluso de viva voz sin servirse de imágenes, se ha transformado un número en un posible eslogan. La siguiente transparencia que he creado bien podría constituir un cartel de la próxima campaña de concienciación de la DGT.

Las ideas concretas se recuerdan mejor

Hablar de grandes números no ayuda al recuerdo. Mañana o dentro de una semana ya no me acordaré de la cifra exacta de muertos en las carreteras. Sin embargo, podré llevar durante toda mi vida la imagen del Santiago Bernabeu atestado de gente. No retenemos números, que no son más que abstracciones, pero sí ideas que podamos relacionar con objetos y situaciones que hayamos visto y vivido.

No presente datos, presente imágenes

Imagínate que durante una presentación debes explicar que la velocidad de transferencia de información de un dispositivo es de 1 Kbps. La mayoría de la gente no se representará en la cabeza si es mucho o poco, porque carece de un marco de referencia concreto. Sin embargo, si añadimos el siguiente dato visual: «Para transmitir un DVD a esa velocidad haría falta más de un año», se hace repentinamente la luz. ¡Sería más rápido enviar ese DVD por mensajero! Ahora sí, todos podemos representarnos mentalmente lo baja que es esa velocidad. Y meses después podremos acordarnos de que la velocidad de transmisión era tan baja que hacía falta un año para transmitir la información contenida en un DVD.

Concreto. Tangible. Visual. Tal es la clave para que los datos se comprendan y perduren en la memoria. La próxima vez que tengas que presentar cifras, intenta hacerlas concretas: utiliza imágenes que ayuden a representarlas y fijarlas en la memoria, utiliza analogías, utiliza ejemplos. Nunca te limites a listar ristras de números que nadie recordará ni cuando pases a la siguiente diapositiva. Los números son abstracciones, pero la experiencia de la vida no lo es.

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